Obres de Mariona U. i Paula A.
Obres d’Anna M. i Romà C.
Obra de Romà C.
PERSONAS O TÍTERES
Los medios de producción (dinero, tierra, fábricas, máquinas, etc.) están en manos de una clase social propietaria (la burguesía), en tanto que los trabajadores (proletarios) están desprovistos de cualquier pertenencia, que los obliga a sobrevivir mediante la venta de lo único que poseen: su fuerza de trabajo.
Según la teoría liberal, el contrato entre capitalista y trabajador tiene que ser individual y sin interferencias de negociación colectiva de sindicatos (o legislación protectora del Estado), aunque esto es solo una inocente apariencia que esconde cruda realidad.
Esta teoría apenas enmascara la presión a la que está sometido el proletariado por la existencia de un ejército industrial de reserva, los desempleados que están dispuestos a sustituirle bajo cualquier requisito. Aprovechándose de la situación frágil en que se encuentra el obrero, el burgués exprime al trabajador bajo presión para sacarle todo su potencial hasta dejarlo sin aliento y, generosamente, como recompensa por sus esfuerzos, le ofrece un salario de migas que permite abarcar las necesidades más básicas (aunque a veces ni las alcanza) que no se corresponde al valor del trabajo realizado. La plusvalía se la apropia el capitalista, dando lugar a la acumulación del capital. El proletariado debería quejarse ante tal injusticia, pero hay un ejército de desempleados que podrían sustituirte fácilmente, así que resta en silencio mientras el sistema capitalista los apalea con un látigo la espalda: ¡TRABAJA!.
En esta sociedad los medios de trabajo son colectivos, mientras que la riqueza es privada pues el capitalismo es individualista en todos sus sentidos. Al final, el capital siempre predomina sobre el trabajo y el fuerte controla al débil como títeres en una obra para niños ingenuos.